domingo, 28 de agosto de 2011

Casi un año después, todo sigue siendo igual más alla de todos los cambios que haga. Estoy intentando basarme en nuevas experiencias de vida, en quizás nuevas mentiras y engaños que esta vez nadie pueda notar. No me culpen, es un mecanismo de defensa que automáticamente se activa cuando las cosas van lo suficientemente mal. Y no deseo estar así, lo juro, estoy intentando dar marcha atrás o quizás, ir hacia adelante sin prestarle atención al pasado. Me autoconvenzo de que intentar vale la pena. Muchas veces me supera saber que nadie realmente crea en mi, pudiendo con todo, estando bien o felíz. Y hablo de alguien que sepa que sucede conmigo, y qué no, no de aquellos que se acostumbraron a verme con una sonrisa en la cara simulando que no pasa nada. Me gustaría que alguien apareciera en mi vida y me dijese que todo va a estar bien y que de hecho, lo crea. No que sea sólo una mentira. Porque cuando no hay nadie teniendo experctativas en uno, es mucho más dificil. Ya no eres solo tu la que no cree en que vas a poder, sino que ya nadie espera que puedas. Y si ya nadie espera que nada cambie, no quedan esperanzas.