lunes, 19 de septiembre de 2011

La pequeña Luna se levantaba todos los días a las siete, y a las 8 iba a dar un paseo hasta la playa dando los buenos días a todo el que pasaba por en frente. Sonreía al recordar los buenos momentos, y para demostrar que estaba feliz daba una pequeña vuelta y andaba dando saltitos. La gente de a su alrededor se quedaba hipnotizada al mirarla.. era una chica corriente, tampoco tenía muchas cosas que destacar, pero tenía algo.. algo que la hacía especial. Su mente compleja la llevaba a descubrir pequeños mundos cada día. A encontrar nuevas historias que contar y nuevas aventuras que vivir. La pequeña Luna lo hacía todo al revés, pero, para ella en su mundo, eso era hacer las cosas al derechas. No trataba de ser diferente, simplemente lo era, y eso se notaba en los ínfimos detalles. Si la ves la reconocerás por su reloj de chico en la muñeca derecha, y por no llevar pendientes. Las uñas las llevaba siempre pintadas una de cada color. La pequeña Luna no seguía las modas, hacía la moda. El pelo, lo solía llevar suelto, y con rizos, artificiales claro. La pequeña Luna solía ayudar a los demás, para sentirse bien consigo misma, no necesitaba que le devolviesen nada, aunque el karma solía hacerlo... La pequeña Luna vive en una pequeña ciudad en el planeta Venus, la pequeña Luna solo vuelve a la Tierra para recordarse así misma que los pies hay que tenerlos bien en el suelo, porque en su planeta no hay gravedad...