Me cuelgo con historias que no tiene fin y me preocupo por problemas sin solución.
Me río de la gente que dice algo por compromiso, de la que busca quedar bien a toda costa, de la que cree tener estilo y sólo sabe seguir modas. Me río de quien cree saber quién eres y qué es lo que te pasa, de quien cree saberlo todo y en realidad no sabe nada. Me río de quien vive por si mismo y no piensa en nadie más, de quien cree tener derecho a ser mejor que los demás. Me río. Hay personas que te hacen pensar que no quieres, no puedes, no vales cuando sí quieres, sí puedes y sí vales.
Me gustaría levantarme un día, cerrar los ojos con todas mis fuerzas y que cuando los abriera todo fuese diferente, quizás sean tonterías de adolescentes pero, sin amor, sin esa persona que cuando tienes frío te abraza, que escucha tus problemas solamente para poder perderse en tu mirada, que todas las mañanas tienes una perdida suya en el móvil, que se preocupa por ti, que sabe sacarte una sonrisa cuando crees que no te queda ninguna, sin esas cosas, no se llega a conseguir la felicidad. Porque si ni siquiera eres capaz de afrontar lo que quieres, entonces ¿A qué esperas?
Te extraño y me siento solo si no estás conmigo
