viernes, 30 de diciembre de 2011

Mi estrategia es que un día, no sé como ni con qué pretexto, por fin me necesites.

Quiero dar un homenaje a los egoístas. A los que dicen te quiero cuando llevan un día. A los que mienten más que hablan. A los interesados. A todo los que dicen que van a cambiar, y lo hacen a peor. A los que quieren conocer tu ropa interior antes que conocerte a ti. A los que hablan sin saber. A los que critican a susamigos. A todos los que no hacen ni la mitad de lo que dicen. Y sobretodo un gran homenaje a los que para tener su felicidad se la arrebatan a otro.


He cambiado tanto en todo este tiempo que duele hasta reconocerlo. Es una sensación de vacío que me come por dentro, es tener demasiada gente alrededor y ahogarte en tu soledad. Es estar en silencio mientras todos hablan, es derramar lágrimas cuando piensas que ya no te quedaba ninguna. Es morir en cada minuto, sufrir en silencio, y a veces, gritar de dolor. Encerrarte en tus pensamientos para no molestar a nadie. Y no hacer nada de ruido, no vaya a ser que se enfaden. Me escondo entre grietas y procuro no salir, para que nadie me encuentre. Pero a veces, mis llantos me delatan y la gente viene a ver qué pasa, aunque realmente no darían una mierda por intentar arreglarme. Estoy rota y no tengo reparación, soy como ese muñeco defectuoso que acaba en un contenedor porque nadie lo quiere. Soy la comida que menos te gusta y ese programa con el que siempre cambias de canal cuando lo echan. La canción que borras del Itunes o simplemente te la saltas cuando sale en aleatorio. Vivo esperando a que alguien me intente arreglar, aunque realmente tengo asimilado que nunca tendré reparo.