martes, 24 de septiembre de 2013

JUST LIVE

Hay quien entra en la vida como una canción de Sabina, sin pedir nada a cambio y haciendo temblar. Dejando que el olor a lluvia de un domingo condenado al aburrimiento entre por la ventana, dejándose querer, dando guerra y paz. Hay quién mide sus respuestas en latidos, que no en tiempo ni en palabras, porque desde que te conoció ya no necesita guardarlas en papel. Que antes era el miedo a no saber decirlas, pero ahora salen solas y no se las lleva el viento, se las llevan tus oídos y con ganas. Y que si son las tormentas dice, lo que nos mantiene unidos, que si la lluvia finge no rozarnos para que todo esto no parezca un cuento triste de los que acaban rotos en pedazos. Tan rotos como un cristal que al intentar tocarlo y repararlo lo único que consigues es cortarte, y sangre. Pero no, no diremos que es eterno, ni prometeremos cosas que no sabremos cumplir, sólo nos sentaremos aquí en esta cama a esperar a que el mundo sea un poco menos malo, a escuchar canciones que nos quiten los miedos. a fingir que fue el lugar, y no las personas, lo que nos hizo tener tantas ganas de salir corriendo. y a saber que nos tendremos, que nos sostendremos los problemas con las manos, y que si de algo tendremos miedo será de los disparos y no de las balas, que las heridas ya aprenderemos a curarlas juntos.

No quiero obligarlo a que se quede conmigo, eso sería cruel... lo que yo quiero es hacerle creer que soy tan maravillosa que cuando salga de aquí quiera volver a todas horas y sienta que sin mí no es nadie.








Pero no me preguntes nada
de por qué lloré tanto en la noche pasada;
las mujeres lloramos sin saber, porque sí.
Es esto de los llantos pasaje baladí.
Bien se ve que tenemos adentro un mar oculto,
un mar un poco torpe, ligeramente oculto,
que se asoma a los ojos con bastante frecuencia
y hasta lo manejamos como una dúctil ciencia.
(Alfonsina Storni)





mejor deberiamos vivir a base de las pequeñas cosas, como que te digan "bonita" o un "me alegro de verte". Tal vez esa sea la clave de la verdadera felicidad. 

jueves, 19 de septiembre de 2013

El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos

¿Para qué las lágrimas, si están las sonrisas? ¿Para qué las discusiones si están los abrazos? ¿Para qué la calle, si esta tu hogar? ¿Para qué realidades, si están tus sueños? ¿Para qué enemigos, si está tu familia? ¿Para qué un lugar solo, si existe el hombro de alguien? ¿Para qué el rencor, si existe la alegría? ¿Para qué un mundo, si vives en tu mente? ¿Para qué la discriminación, si existe algo llamado igualdad? ¿Para qué humillar, si puedes halagar? ´¿Para qué despreciar, si puedes amar? ¿Para qué caminar, si puedes volar? ¿Para qué lastimarse, si puedes buscar ayuda? ¿Para qué el sol y la luna, si existen las estrellas? ¿Para qué una mansión, si existen detalles pequeños? ¿Para qué el odio, si existe el amor? ¿Para qué recordar, si puedes olvidar? ¿Para qué el pasado, si existe el presente? ¿Para qué sentirse solo, si puedes tener una mascota? ¿Para qué sentarse, si puedes saltar? ¿Para qué el maltrato, si existen las caricias? ¿Para qué los humanos, si puedes soñar? ¿Para qué una bebida o un cigarro, si existen los libros y la música? ¿Para qué la rutina, si se puede romper? ¿Para qué encerrarte, si puedes ser libre? ¿Para qué los malos amores, si puedes reír? ¿Para qué ropa a la altura, si puedes ser tu misma? ¿Para qué dormir, si tu sueño es lanzarte en paracaídas o escalar? ¿Para qué callar, si puedes gritar? ¿Para qué esperar, si en este instante puedes comenzar?.
Y aquí estás, sin un camino fijo, sin una sonrisa en donde apoyarte, sin alguien qué te abrace, no sabes qué hacer, buscas y buscas pero no encuentras la solución, se han ido, se han olvidado de ti, lloras y piensas en todos los besos qué te estás perdiendo y las caricias en la espalda, se han ido y no sabes si volverás, sabes qué mañana volverás a la misma rutina de siempre, lunes otra vez a esperar hasta el fin de semana para poder desahogarte, otra vez, todo vuelve a la cabeza, vuelves a derramar esas lágrimas delante de una pantalla qué no te escucha, los latidos se frenan, no sabes muy bien si dejarás de respirar en días, horas, minutos o en tan solo segundo. Le extrañas ¿Cuántas veces has mirado ya su foto esperando a qué saliese de la pantalla y te abrazase? Has perdido la cuenta, y llorar más y más, vas inundando la habitación con recuerdos y sonrisas fingidas, y piensas "Otra vez no" ¿ Qué ha pasado? Ni lo sabes; te acuerdas de las sonrisas qué te dedicó hace tan solos unos días, del último abrazo, del beso de despedida, de el último "te amo enana". Otra vez un buenas noches , otra vez un golpe en las costillas y te quedas sin respiración, otra vez la soledad, no hay luz ¿vas a dormir o a llorar? Lo sabes pequeña, sabes que llorarás y después ya si eso te dormirás con dolor de cabeza, típico. ¿Cuántas lágrimas ha absorbido ya tu almohada? ¿Cuántas veces le has preguntado a ese oso de peluche porque no se cambia por el y lo has abrazado fuerte con la esperanza de qué apareciera? Y empieza a hablar sola, suele pasar cuando nadie te escucha, cuando nadie puede entenderte, al menos así te escucha alguien; la soledad, ya la conoces de sobra, sabes perfectamente que es la única que te va a acompañar siempre. Son ya las tres de la mañana, te escuecen los ojos de tanto llorar, y poco a poco se te cierran pero no te duermes, miras el reloj, las cuatro, mañana será otro día ¿Verdad princesa? pero en realidad será otro igual, o parecido, solo cambiará el tiempo, o puede que todo siga igual.

Permite a la vida que te enseñe a ser FELIZ, a ver el paraíso en tu mundo de imperfecciones

sábado, 16 de marzo de 2013

Soy exactamente lo que no mereces

Cuando nos conocimos eramos como un par de extraños jugando a cruzar miradas sin intenciones de nada, ahora solo puedo recordar cuando me agarraste de la mano y me abrazabas sin ninguna explicación. No se como sucedió pero no te puedo sacar de mi mente ni aquellas mariposas que revoloteaban en mi barriga cuando me dabas la mano. Hasta sonrió cuando pienso en ti un solo segundo.

No estoy cansada de ti, estoy cansada de esta situación

Que si no te hablo, es porque estoy esperando que lo hagas tú. Cuando me voy enojada, atrápame, no me dejes ir nunca. Cuando miro tu boca, es porque quiero que me beses. Cuando te digo grito, abrázame y decime que me queres. Cuando esté mal, sácame la mejor sonrisa. Cuando te ignore, dame tu atención. Cuando me salga del camino, oriéntate  Cuando me veas fea, dime que estoy linda. Cuando me veas llorar, abrázame sin decir nada y cuando vaya caminando, abrázame y agárrame por la espalda. Cuando te agarre las manos, agarra tu las mías. Cuando te mire fijamente a los ojos, no cambies la mirada. Cuando digo que te echo de menos, debes saber que te necesito de verdad. Cuando digo que te quiero, te lo digo de verdad.
Te das cuenta de que la vida se basa en los pequeños detalles. Te basta una canción y mirar alrededor. Y piensas, aprender es fácil si nos lo proponemos, reír sube nuestra autoestima, que estar llorando por algo o alguien no vale la pena porque al final te darás cuenta que tus lágrimas no valieron la pena. Te das cuenta que los amigos te pueden decepcionar, hacer daño pero que los verdaderos solo buscan tu felicidad, sin envidias, sin rencor… Y que el amor nos tiene que encontrar, no tenemos que ir buscándolo como desesperados, él llega a nosotros. A veces hay relaciones que no funcionan y cuando terminan lo único que se te ocurre es hundirte, y cualquier día, así de repente, aparece alguien que te dice que te quiere y te adentras en otra relación. Que los segundos pasan volando, pero que aun así hay que disfrutarlos, porque el tiempo es realmente valioso. Que las miradas hablan lo que calla el corazón y que la familia son las únicas personas que jamás te dejarían abandonada. ¿Y por qué no vas a sonreír? Si la vida está para vivirla, a pesar de los malos momentos. Al final te casarás, tendrás hijos, y vivirás toda tu vida, con el amor que siempre esperaste, y al final te das cuenta de dos cosas: de las únicas cosas que te enamoras son de esa persona, y a la vez, de tú “grandiosa” vida.

Voy a dedicar el resto de mis dias a que vuelvas a ser feliz

Tu y tu manera de mirarme y de partirme el alma con “miradas que matan”. Yo y mi manía de seguir queriéndote más que el primer día a pesar de todo, de esperarte siempre y no caer rendida en que nunca volverás. Hasta que las canciones ya no me recuerden a ti, hasta que “esas” canciones ya no vayan seguidas de un suspiro nombrándote. Porque a pesar de todo, seguiría perdiéndome en tu sonrisa cada segundo e intentando buscar mi felicidad en tu risa. A pesar del daño, las botellas de alcohol, las mentiras, el rimel corrido, todavía espero encontrarte al cruzar cada esquina. Porque sigo pensando que tus labios son los que mejores saben, tu mirada, la única capaz de entenderme, y tú, el único que puede hacerme feliz

Me voy a quedar a tu lado para que un día te vayas a la cama y te des cuenta de que estoy en casi todos los instantes que te hacen sonreír

jueves, 7 de febrero de 2013

Queremos consumir y consumir pero nos aterra que nos consuman


Fue aquella tarde que lo vi por primera vez, cuando mi mundo se detuvo en el, lo observaba sin que lo notara, no sabía que era lo que lo hacia tan especial, pero tenia algo que me atrapaba. Me negaba rotundamente a quererlo, mi alma había sido destrozada hacia un tiempo, la palabra "amor estaba prohibida en mi corazón. Aunque de solo pensar en el, mis piernas temblaban, mi estomago se retorcía y una sonrisa estúpida se instalaba en mi rostro durante horas. El fue el único que me hizo entender eso que tanto denfendian los hombres, cuando decían "No somos todos iguales" El era el ejemplo perfecto, era único, sus gestos, sus palabras, la ternura que desbordaba aquellos grandes ojos celestes y esa sonrisa que podía iluminar hasta el corazón mas oscuro. Fue ahí que comprobé que jamas había conocido el amor, que aquellas lagrimas derramadas en vano no habían sido mas que ilusiones vacías  entendí que hace falta caer para aprender y que el amor de tu vida, no siempre está esperando a la vuelta de la esquina. Tenia miedo de quererte y me hiciste amarte!
Mi dentista me dijo una vez que "dejar ir" es como sacarte un diente. Cuando te lo sacaste, te sentiste aliviado, pero ¿cuántas veces pasaste tu lengua por el espacio donde estaba? probablemente cientos de veces al día. Solo porque no te dolía, no significa que no lo notaste. Deja un espacio y algunas veces te ves a ti mismo extrañándole terriblemente. Va a tomar un rato, pero... ¿debiste mantener el diente? no, porque te causaba dolor. Entonces... sigue adelante y déjalo ir
Aprenderás que el tiempo no es algo que puedes volver hacia atrás; por lo tanto debes cultivar tu propio jardín y decorar tu alma, en vez de esperar que alguien te traiga flores. Entonces, y sólo entonces, sabrás realmente lo que eres capaz de soportar; que eres fuerte y que podrás ir mucho más lejos de lo que pensabas, cuando creías que no se podía más. Es que realmente la vida vale, cuando tienes el valor de enfrentarla.



miércoles, 9 de enero de 2013

Ni el sol deslumbra mas que su sonrisa

Tengo las manos heladas, y nuestra taza de café ya no es la misma si la sirvo solo para mi. Ahora llueve, cada gota de lluvia calma lo que llevo dentro. Han pasado ya algunos hojas de calendario y varios amaneceres en los cuales ya no te siento. Pero ahora mismo, tumbada en mi cama y viendo la luna, se que los dos miramos el mismo cielo, la misma luna y nos viene los mismos recuerdos a la cabeza. No te estoy pidiendo que vuelvas, solo quiero que sepas que no me acostumbro a la rutina de estar sin ti.

No queríamos dormir, nos queríamos comer a besos, no queríamos dejar de cometer ni un solo exceso, nos venía a saludar en el balcón la luna llena, nos bastaba con dejar morir la pena...

Cuéntame lo que se te pasa por la cabeza, qué sientes cuando oyes mi nombre, si recuerdas el día que me viste por primera vez. Dime si algún día desde que lo dejamos pensaste en mí. Si alguna noche me colé en tus sueños, si de vez en cuando recuerdas mi forma de besar, si algún día saliste a la calle con ganas de verme, si esperaste impaciente a que te mandara algún mensaje. Pregúntate cómo sería tu vida conmigo… pregúntatelo. Y si tu vida sigue igual, no hace falta que intentes hacer nada, pero por favor, si de repente descubres que quizás serías un poco más feliz conmigo, vuelve. Vuelve a mi lado. Porque a pesar de todo te estoy esperando.