domingo, 28 de agosto de 2011

i look up a star thinking on you

Siempre había odiado los lunes porque le costaba abandonar la cama un domingo por la noche. Odiaba los martes porque no eran más que el comienzo de una cuesta bien empinada. Tampoco le gustaban precisamente los miércoles, esta vez porque quitaron su serie favorita y tenía que irse a la cama de mala gana después de un día duro. Los jueves no estaban del todo mal porque se permitía un helado de chocolate y el viernes era un día nostálgico. No, aunque esperes que te diga algo bueno del sábado, este no es el caso. Tampoco le gustaba el sábado. Era el peor día de la semana. No le gustaba porque era un día entero de recuerdos.Un día de fiesta sin fiesta. El mejor quizá el domingo. Sólo porque nunca había hecho nada especial ese día y pasar la tarde metida en la cama viendo alguna peli de estas que repiten tanto en la tele no estaba tan mal cuando no había probado otra cosa. Y, además, quejarse del madrugón del día siguiente sabiendo que, en parte, echaba de menos el olvido que le permitía la rutina, tampoco estaba tan mal.